Fecha Comunicado: 17 de abril, 2014 | Fecha espectáculo: 23 de abril, 2014
El Coro de Niños de la Ópera Nacional de París, el coro más grande de Francia, se presentará este miércoles 23 y jueves 24 de abril a las 8 PM en el Teatro Nacional de Costa Rica, en el espectáculo de cierre oficial del Festival Internacional de las Artes (FIA2014).
Su nombre original es “La Maîtrise des Hauts-de-Seine” y está integrado por 470 cantantes. En sus 15 años de experiencia, el Coro ha establecido múltiples colaboraciones con las principales óperas e instituciones musicales de renombre de Francia. Desde 1995 fue nombrado como el coro de niños oficial de la Ópera Nacional de París, así los niños y niñas participan en las producciones de la Ópera que requieren voces infantiles, con participaciones en su conjunto y como solistas.
El Coro ha realizado múltiples presentaciones fuera de las fronteras galas, en el año 2013 visitaron Lao y el Reino Unido, y en 2012 la costa este de los Estados Unidos de América y Canadá, para mencionar algunas de las diversas giras internacionales realizadas desde 1986. En promedio, realizan unas 180 presentaciones al año.
La agrupación es dirigida por Gaël Darchen, quien desde hace más de 25 años dirige proyectos musicales con niños y adolescentes. A sus tan solo 29 años de edad, asumió la dirección de La Maîtrise des Hauts-de-Seine y en unos años la transformó en la escuela más atractiva de Francia, lo que le ha valido el reconocimiento de ser uno de los más destacados especialistas en voces infantiles.
En el espectáculo en Costa Rica, el Coro interpretará “L'enfant et les sortilèges: Fantaisie lyrique en deux parties (El niño y los sortilegios: una fantasía lírica en dos partes)”, una ópera en un acto, compuesta por Maurice Ravel entre 1917 y 1925.
Sinopsis del espectáculo
En una antigua casa de campo, en el medio de la tarde, un niño está sentado de mal humor delante de sus tareas escolares. La madre entra en la habitación y se enoja al ver la pereza de su hijo. Castigado, el niño tiene un ataque de ira: tira la taza y la tetera china, martiriza la ardilla en su jaula, jala la cola del gato; atiza las brasas, vuelca el hervidor; rasga su libro, arranca el papel pintado, destruye el viejo reloj. “Soy libre, libre, malo y libre!...” Agotado, se deja caer en el viejo sillón… pero éste se mueve hacia atrás. Allí empieza el juego fantástico. Uno tras otro, los objetos y los animales cobran vida, hablan y amenazan al niño aterrorizado... En la casa, y después en el jardín, las creaturas exponen una por una sus quejas y su voluntad de venganza. Mientras que el niño llama a su madre, todas las criaturas se le tiran encima para castigarlo. Pero antes de desvanecerse, el niño cura a la pequeña ardilla que resultó herida en medio del tumulto. Las criaturas lo perdonan, lo ayudan a llamar a su madre para que el niño pueda regresar con ella.
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